Hablamos de los puntos de inflexión. Desde que te conoces hasta que decides pasar toda la vida con
ella. A mi modo de ver son 10 eliminatorias, nada más y nada
menos. De ellas puedes salir reforzado o puedes empezar a oler el
fracaso. Esa sensación que se instala en tu cerebro que suena a algo así
como... "esto no va a salir bien". Las expongo en orden cronológico.
Allá vamos.
- Primer contacto. En un bar con una
desconocida, una cita de Internet, un plan de amigos en el que te
presentan a esa chica que te puede encajar y con la que acabas la
noche... Es el primer filtro y es superficial. Al principio puedes no
caer en ciertos detalles que con suerte tendrás el placer de descubrir
en las distancias cortas. Una manera de hablar, un tono, te pueden
gustar con curvas o sin ellas, la manera de besar... A veces la cosa no
pasa del primer acercamiento. Pero para llegar hasta el final de la
historia, digamos que en este caso la cosa funciona. Pasamos a la
siguiente fase.
- La cita. La conversación. Temas en común,
aficiones, filosofía de vida en general. Ambiciones, sentido del
humor... La segunda prueba es más intelectual. O se puede decir que es
más química porque tampoco en una cita podrás descubrir cual es su nivel
cultural, su inteligencia emocional o si es capaz de hacer un sudoku de
los chungos.
- El sexo. Llega. Al final llega y es
bastante clave. Yo soy de la idea que en general este examen no hace
suspender a demasiada gente. Anécdota al canto: De pequeño fui a un
colegio de curas. Fuera de lo meramente académico puedo rescatar pocas
enseñanzas de aquella época. Pero hubo una charla con un cura en
concreto que sí que recuerdo bien. Era sábado. Sí, en mi colegio te
podían castigar con asistencia en fin de semana. El caso es que me quedé
solo con aquel cura (lo se, no suena bien) y no se como salió el tema
pero yo con mis huevos toreros le fui a preguntar sobre eso de evitar la vida
en pecado, sobre el riesgo que suponía casarte con una chica con la cual
no habías tenido relaciones. Su respuesta fue algo así: "Eso se sabe. Sabes si
te encaja, se intuye, te gusta o no te gusta. Y las diferencias que
podáis tener, se pueden limar con el tiempo". Y tenía razón. Casi lo
sabes con restregarte un rato en el bar, ya no te digo después de varias
despedidas de portal. Los primeros en guardar celibato inventaron el
"edredoning". Puede que el sexo salga mal un par de veces, pero al final
sale y si no sale es porque usaste chuletas en los dos exámenes
anteriores. Es decir, amigo mio, no tenías porque llegar a este punto,
ya sabías que no te gustaba. Pasarás a engrosar la lista de capullos que
se acostaron con ella un par de veces y no la volvieron a llamar.
-
El post-sexo. Os voy a contar algo. Es algo triste, muy poco Disney. No
quiero parecer un cabrón pero hoy me siento sincero. No es que después
del sexo perdamos interés. Es que después del sexo, los instantes a
continuación son los más lúcidos que tenemos, es así. Se dice que en el
mundo animal, las glándulas endocrinas del macho (me estoy inventando
todo) segregan una hormona que le incita a alejarse de la hembra. El
hombre al final es un animal más, producimos una hormona parecida. El
caso es que no me preguntéis porque pero a veces uno está más a gusto
después del sexo y otras veces nos dan ganas de saltar por la ventana. Y
es que despejado el tema sexual, es cuando empezamos a ver más allá. En
muchos casos es cuando descubrimos si estamos allí por que te gusta de
verdad o porque querías acostarte con ella. He de decir que el postcoito
es una sensación que cambia según vamos conociendo a la chica. La
primera vez puede ser del rollo "piernas pa que os quiero". Pero también
tenemos sentimientos. Según aparece el cariño, la sensación después del
sexo va evolucionando. Poco a poco vamos queriendo más estar ahí. Si
esa sensación no llega, la prueba queda como NO superada. Lo malo de
esta fase es que es un tanto confusa, a veces no llegas a saber del todo
cual es el problema, en muchos casos es tu estómago el que toma las
decisiones, y es que somos esclavos de sus caprichos.
-
Citas citas dubidú. 3-4 citas suelen ser suficientes para saber si
alguien nos interesa. Si en seguida llega esa sensación de quedar por
obligación, no vamos por buen camino. Esto es como el decálogo de "He
Just Not That Into You" (posiblemente una de las películas más
infravaloradas que existen). Si nos apetece quedar, aplazaremos lo que
haga falta, plantaremos a nuestros amigos, a la familia, AL FUTBOL!!
Sobre todo al principio. Pero si no es nuestra prioridad, la prueba
queda nuevamente como NO superada.
... Continuará
Solo haré un breve comentario: GRACIAS, sobre todo por explicarme el punto de vista postcoital masculino.
ResponderEliminarGracias a tí Revo por pasarte por aquí y dejar tu comentario. Quisiera matizar que no todos los hombres somos iguales, puede que alguna de estas afirmaciones sobre lo que sentimos en cada momento no coincida con lo que experimentan algunos. Aunque bueno, nosotros también hablamos de nuestras cosas. Quizá no tan a menudo como vosotras, otro level. A ver si mañana cuelgo la segunda parte :)
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